LA HISTORIA DE L’ÉPÉE
DOS SIGLOS DE HISTORIA
HISTORIA DE LA MARCA L’ÉPÉE
Los pasajes que podrás leer a continuación se extraen parcialmente del catálogo l’Epée Edición 1995-1996.
Los inventos que permitieron la creación del reloj de viaje
Los primeros relojes mecánicos funcionaban con pesas y, por lo tanto, eran intransportables. A finales del siglo XIV y a finales del siglo XVII, gracias a la invención del muelle y luego del volante-espiral, se comenzaron a transportar relojes en Francia y Europa central. Qué revolución para esa época: « ¡transportar la hora contigo! ». A finales del siglo XVIII, aparecieron relojes llamados « relojes de carruaje », capuchinas o faroles de caballería.
Origen y creación de los primeros relojes de viaje
El primer auténtico reloj de viaje nació en París a principios del siglo XIX, de manos de Abraham Louis Bréguet (1747-1823). La denominación « reloj de oficial » está relacionada con la historia. Se cuenta que Napoleón, habiendo estado a punto de perder una batalla debido al retraso de uno de sus oficiales, exigió que llevaran consigo un reloj de viaje en todo momento.
El nacimiento de la primera gran industria relojera
En 1777, en el Pays de Montbéliard, gracias a Frédéric Japy, nació la primera gran industria relojera del mundo. Posteriormente, varias manufacturas surgieron en la región siguiendo el ejemplo de este ilustre predecesor. Entre ellas se encuentra la Manufactura de Relojes L’Épée, que desde 1839 se dedicó a producir movimientos, escape, y luego relojes completos. También se incluyen cajas de música, que ahora forman parte de las colecciones más hermosas del mundo, en museos o en manos privadas.
El prestigio de la marca
L’Épée ha recibido prestigiosas medallas de oro en diversas exposiciones internacionales. En París en 1889 y 1900, en Viena en 1892, en Hanoi en 1902, en América, y en el Reino Unido. Ayer como hoy, L’Épée está presente en la mayoría de los países del mundo.
Respeto por las tradiciones y conocimientos ancestrales
L’Épée ha querido respetar con amor y obstinación las reglas de un arte y una estética que los antiguos maestros transmitieron de generación en generación. Los modelos de nuestros relojes son los del pasado, perfectamente idénticos. Además, se incorpora el aporte de tecnologías modernas que permiten una calidad más estable y garantizan la intercambiabilidad de las piezas. L’Épée es la única manufactura en el mundo que fabrica íntegramente un reloj de esta calidad. Un siglo y medio de experiencia e historia, el gusto por el trabajo manual minucioso y cuidado, y la ubicación excepcional en el entorno de artesanos relojeros del Pays de Montbéliard, constituyen la gran e inagotable riqueza de L’Épée.